Los coderas

Hola, amigo.

¿Estás bien?, ¿ningún nuevo golpe en la cabeza? ¿Quieres una galleta?

No te preocupes, porque este texto va a ser insultantemente corto, pues soy consciente de que las personas como tú, que no comprenden el funcionamiento de un trozo de tela con dos gomas o que no llegaste a la clase de biología que explicaba que la nariz y la boca van conectadas detrás de esos ojos de neandertal que gastas, no posees una capacidad de lectura superior a la de un árbol talado, pero vamos a intentarlo.

¿Qué te parece?

¿Sí? ¿Otra galletita?

El caso es que te estoy viendo mucho por la calle con la mascarilla colocada en tu codo, muñeca, o tapándote solamente la boca dejando la nariz fuera como un pervertido saca su polla del pantalón ante la puerta de un colegio, y creo que es necesario que alguien te de una pequeña charla antes de que por tu culpa, sí ¡tú culpa!, la palme algún amigo o familiar tuyo en el segundo brote que todos los verdaderos expertos (ya sabes, de los que se saben los nombres y no son secreto de estado a la altura del asesino de Kennedy) datan para septiembre/octubre (y por si no lo sabes, las UCIS ya están instalando nuevas camas y se están adelantando a los saqueos y robos por parte de nuestros líderes comprando ya mascarillas y respiradores. Ya sé que no lo sabes, pero es lo que tiene ver solo la tele y cerrar los ojos y el cerebro a la verdad).

Así que, querido amigo con retraso mental, vamos a hacer una pequeña lista de cositas que, te prometo, incluso un peón aborregado como tú con los sesos secos de tantas mentiras (las cuales parece que el sabor te chifla) podrá llevar a cabo para, por ejemplo, salvar vidas y no acabar antes de tiempo devorando a los recién nacidos para poder alimentarnos.

 

Número 1: ¿Ves eso que llevas en el codo/muñeca mientras andas por la calle, cruzándote con todo el mundo, y que solo usas medio bien en el transporte público?, vale, pues va en la cara, tapando la nariz y la boca, y sirve para protegerte del virus que ha matado a casi 50.000 personas en este país, y que sigue por ahí dando vueltas infectando y provocándole la muerta a gente incluso a día de hoy (no lo oirás en la tele, pero créeme: es la verdad).

Número 2: ¿Tienes padres, abuelos, hijos, amigos, hermanos?, ¿quieres que se mueran por culpa de este virus? Pues ahora piensa en que todos los demás también respondemos a estas dos preguntas con un SÍ y después un NO, por lo que deberías empezar a pensar en que no eres el único que vive en este mundo (en muchos aspectos demasiada gente a estas alturas desearía con todas sus fuerzas que ni siquiera existieras), y cumplir las pequeñas reglas que nos están salvando de perder todo lo que nos queda de un modo u otro.

Número 3: ¿Se te ha ocurrido pensar que todas las excusas que das, y todas tus opiniones sobre el tema, no tienen ni sentido ni valor real, y que seguramente te estén haciendo parecer el mayor gilipollas que hay en la Tierra? En serio, sé que duele descubrirlo, pero a cada paso que das vomitando tus ideas iletradas y carentes de todo razonamiento haces que sintamos todos tus “semejantes” un poco más de vergüenza por compartir raza contigo. Y ya puestos, si dejas de defender al gobierno actual y te dedicas a leer algo que no publiquen en EsDiario o la Sexta, mejor que mejor. Por eso de que descubras lo que se siente al leer algo escrito por personas sin parálisis cerebral.

Número 4: Si todo esto que te he dicho no te parece lógico, ¿has probado alguna vez dejar de respirar hasta que te desmayes mientras estás sentado en el alfeizar de una ventana? Por favor, prueba y después me cuentas, ¡seguro que será la polla!

 

Querido amigo, espero que no te sientas ofendido por estas palabras que seguramente te haya tenido que leer alguien, y después explicar mediante dibujos, pero de veras que creo que necesitas un poco de educación. Y no me refiero a esa que te dice que no debes comerte los mocos delante de los demás o hablarle de usted a los desconocidos, me refiero a la que decidiste saltarte en la adolescencia al no estudiar algo más que la EGB, porque de ser así supongo que podrías llegar a comprender en qué mundo estamos viviendo, que esta pandemia sigue siendo muy seria (USA, tras las absurdas protestas de BLM, acaba de tener un pico parecido al nuestro tras el 8M, por ejemplo), y que todo lo que haces no es solo que carezca de lógica o utilidad, es que además se acerca preocupantemente al retraso mental profundo que suelen diagnosticarle a la gran mayoría de personas que superan un derrame cerebral.

No creo que sea difícil entenderlo, pero me he visto en la obligación de escribirte estar frases, querido amigo, pues eres, sin ninguna duda, el culpable no solo de que el gobierno actual esté donde está (ya se sabe: los gobernantes son el espejo de sus votantes, y solo hay que ver a Garzón, Montero (cualquiera de las dos), Iglesias o Sánchez para entender que no vales ni como escudo humano), sino de que esta situación vaya a alargarse más allá de lo que merecemos los demás y podremos soportar nuestros yos del futuro.

¿Cuesta mucho pensar un poco? Bueno, sabiendo que no habrás llegado hasta aquí porque tras hacer algún pantallazo estarás ahora mismo poniéndome a caldo en Twitter, sí; por lo visto te cuesta mucho.

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