La «libertad» en las redes «sociales»

En estos momentos raros que estamos viviendo, en los que no puedes hacer cosas como ir a un bar, una tienda, la casa de tus padres o pasear por la calle con el complemento que quieras (como por ejemplo una bandera de tu país) sin que te sientas un criminal o alguien que hace las cosas mal según las órdenes estrictas de nuestros “amados” lideres, las redes sociales se han convertido en un sitio de reunión donde se “puede” compartir lo que se “quiera”, con “quién” se “quiera”, y “hablar” con la misma “libertad” que hemos tenido “siempre”.

¿O no se puede?…

De un día para otro, no sé si lo habréis notado vosotros, el flujo de comentarios, perfiles, me gustas y anuncios de todo tipo se ha visto reducido a niveles casi de usuario primerizo con poco más de cinco amigos en tu haber. Es como si, de golpe, el grifo de la libertad de compartir y decir lo que quieras hubiese girado hacia el lado que hace que la factura se detenga; con la diferencia que en este caso sean otro los que estén ganando un dinero, un MUCHO dinero, a base de impedirnos a los demás ser libres en la inmensidad del ciberespacio (¿policía cibernética?, ¿censura que busca la “paz? ¿Qué nombre se os ocurre para llamar a los “culpables”?).

Es divertido, si lo pensamos bien, porque todas las distopías superventas, los libros, películas, discos o poemas que hablaban de falta de libertad, de un mundo regido por una mano gigante que en todo momento nos impedía caminar en la dirección que se nos antojara, y que devorábamos como locos, se han convertido en nuestro día a día. Así que, en cierto modo, somos los protagonistas de esas historias que, al consumirlas, decíamos ¡joder!, qué tontos son, mira que dejarse meter en esa jaula, o también yo si estuviera en su lugar haría (meter idea random que, sin duda, ahora no está llevando a cabo el que pronuncia estas palabras).

Es divertido, como decía, ver que a la hora de la verdad hay mucho bocazas que en su puta vida harán nada de lo que defienden en la comodidad de su sofá o con el ego del creador en la mochila. Muy divertido.

Estamos atrapados en una caja de cristal, amigos, en una prisión dentro de nuestros hogares, y sobre todo en las redes sociales, esas que mucha gente utiliza con la misma necesidad que los pulmones. Y lo peor es que, igual que los pájaros esos que mucha gente lleva a competiciones en jaulas minúsculas de madera, nos mantienen ahí para ser mostrados, para chulear, para poder decirle a los que de verdad están arriba (ya sabéis todos quiénes son) que el asunto está bajo control, que cuando ellos quieran pueden empezar a dar el golpe de gracia, porque ninguno de nosotros va a hacer nada al respecto.

Y cuando llegue ese momento, ya os digo que no nos gustará ver nuestra sangre, ni la de nadie, en la acera.

2 comentarios en «La «libertad» en las redes «sociales»»

  1. Al acabar de leerte me ha vuelto a la
    Memoria una imagen que últimamente no me abandona. Aún a riesgo de parecer friki, en una de las películas de la Guerra de las Galaxias, hay un momento en el que Padme dice: y así entre aplausos es como muere la República… pues eso no sé si habrá aplausos al final o solo un silencio cómplice… lo que es cierto es que así es como mueren las libertades… Próxima parada; Bienvenidos a la Unión de Republicas Socialistas Ibéricas…

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