Hoces y martillos contra esvásticas

Ayer tuve la enorme suerte de encontrarme con un “intelectual” en las redes. Ya sabéis, de esas personas que solamente hablan de política o critican o atacan cosas dependiendo de a cuánta gente pueda bailarle el agua y cuánto rédito sacarían de lamerle el culo a la diana de turno. Y yo que le agradezco el intento de mostrar nivel cultural, pero hay muros que ni con toda la demagogia pueden destruir.

Todo llegó porque colgué una foto de unos subnormales, de unos completos cretinos e inútiles apesebrados por vocación, que ayer salieron por las calles de Madrid con banderas de la II República, la hoz y el martillo, y fotos de Lenin, Marx y Stalin, y la comparé con aquella famosa facha de las camisas azules que tanto revuelo tuvo en redes, televisiones y medios digitales. Entonces hice dos preguntas:

 

1) ¿Qué diferencia hay entre los gilipollas de arriba y los de abajo?

2) ¿Por qué una llenó diarios y programas de televisión y el otro ha sido silenciado, a pesar de ser la misma mierda?

 

Las respuestas obvias son del nivel más bajo de comprensión humana, sólo esquivadas por mentes opacas que se niegan a pensar un poco por su cuenta de la verdad o siquiera comprender la historia; y entonces entró en escena el genio del que os hablaba. Con sus enormes y peludas pelotas, y un tono comparable al de la rata corcovada tras acostarse con una nueva alumna, dijo: pues que unos atacaron a los judíos y los otros defienden que no haya reyes.

Y queridos amigos, ahí está el mayor problema de nuestra sociedad y el motivo por el que nos estamos yendo a la mierda y sin frenos; ahí está.

Los medios, políticos, profesores sectarios y una larga lista de personajes sin escrúpulos, han hecho un trabajo excelente a la hora de arrancar de raíz la poca inteligencia que queda en la ciudadanía de España, porque no hay otra explicación para que alguien al ver una bandera de una Unión Soviética junto a una de la II República piense, en el acto, en que eso es bueno comparado con ver a una pija imbécil disfrazada de nazi. Y no, querido idiota, no estoy diciendo que uno sea peor que el otro, lee bien las preguntas que formulé, yo, a diferencia de ti, los coloco a ambos lo más bajo que el suelo y después el centro de la Tierra me puedan permitir. Considero a ambos un peligro para la paz y la libertad más básicas, no como tú que, sin despeinarte, has colocado un peldaño más arriba al comunismo: a una ideología que ha dejado morir a su pueblo y les ha obligado a recurrir al canibalismo para sobrevivir, o que señala al libre y da migajas al más pobre, y de regalo ¡a la II República!, que fue la responsable de (allá va una lección rápida de historia, separando los muertos e incidentes que causó cada año que duró):

 

1931.

Asesinatos anarquistas en Barcelona: 22

Quema de conventos: 3

Incidentes den San Sebastián: 8

Huelga general en Sevilla: 20

Huelga general en Barcelona: 6

Castilblanco: 5

1932.

Revuelta anarquista: 30

Incidentes: 62

Pronunciamiento de Sanjurjo: 10

1933.

Revueltas anarquistas: 169

Incidentes: 27

Elecciones y huelga general en Madrid: 9

1934.

Asesinatos de falangistas: 9

Asesinatos por falangistas: 5

Huelga nacional en el campo: 15

Revolución de Asturias: 1.500

1935.

Ejecuciones: 2

Incidentes: 45

1936.

Incidentes, quema de conventos, asaltos a periódicos, violencia callejera… Incluye el asesinato del político de la oposición (conservador), José Calvo Sotelo: 270.

 

Todo paz y amor, ¿verdad¿

La incultura, el borreguismo, la falta de interés y, sobre todo, las enormes ganas de no pensar sabiendo que así vas a ser aceptado por todos y el señalamiento no existirá (a costa de abrir bien el ano y abandonar todo amor propio o libertad que pudiera quedarle) es el deporte nacional por antonomasia. Es algo así como perder la virginidad: todos en algún momento lo hacemos, pero sólo los más gilipollas y cobardes se quedan estancados ahí y dejan de evolucionar.

Ayer fue una manifestación defendida por los medios y aplaudida por “genios” como el que me encontré en redes; no quiero ni pensar qué podría pasar si ésta locura llamada Sánchez continua siendo el burro que tira del carro…

No quiero ni pensarlo…

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