Hay un depredador que nunca falla y, poco a poco, acaba colocando cada pieza de nuestras vidas en su lugar. A veces tiene la ayuda de nuestros actos pasados, otras los de otras personas cercanas o no, pero jamás podemos escapar de su eficacia y completa imparcialidad.
Hablo, por supuesto, del tiempo.
Ese que se le ha acabado a los miembros y votantes del partido Podemos.
En la nueva obra de Luca Costantini, y que podría ser considerada una ampliación de AQUÍ MANDO YO (del mismo autor y publicada, también, por la Esfera de Libros), haremos un recorrido acelerado como los hechos que narra, y brutalmente sincero, sobre la creación, financiación, guerras internas, personalidades del líder y su marquesa (el Chepas y la SuperCharo, para los amigos) y, sobre todo, lo que movía en todo momento a un grupo de niños ricos pijos, de acomodados que jugaban a ser los amos del mundo entre fiesta salvaje y orgías, en la búsqueda del mayor botín que pueda existir: la obediencia total de todo un país.
Y el dinero, que no se nos olvide.
De un modo cinematográfico bien hilado y con un ritmo que jamás decae a pesar de explicar, en su mayoría, episodios que muchos de nosotros hemos tenido la desgracia de vivir o ser testigos (el gobierno de coalición, la compra de Galapagar, el caso Neurona, las purgas internas, las traiciones a plena luz del día, sus bebés en el congreso, etcétera), este viaje sin retorno a las cloacas de la mayor y más estúpida sorpresa política de los últimos años nos hará sonreír pícaramente en muchos momentos ante las actitudes reales y aspiraciones de una gente incapaz de gestionar ni su propia casa pero que, de un día para otro mediante engaños y necesidades viscerales, se agarraron con uñas y dientes dentro de un gobierno basado en las falacias, los sentimientos efímeros, los buenismos de postal y el amor incondicional a las subvenciones pagadas por todos los borregos que en su día se dejaron engañar por un chaval feo, encorvado y con coleta (pero con esa labia mágica de los hijos únicos mimados hasta el ascazo) con problemas familiares, incapaz de diferenciar realidad de ficción, y que buscaba en todo momento ser alzado como uno de los mayores líderes del mundo pero que acabo siendo otro niño pequeño acostumbrado a tenerlo todo e incapaz de madurar y tratar al mundo con un poco de respeto o, simplemente, cerebro.
La historia de Podemos es la historia de la perdida de la paz y la estabilidad de un país, de como un atajo de egocéntricos iletrados fueron capaces ya no sólo de joderse las vidas (muchos de ellos jamás podrán salir a la calle sin ser increpados o directamente agredidos por una sociedad que, gracias al tiempo, ya sabe qué les hicieron y cómo), sino también de hundir en la más absoluta miseria a una de las potencias mundiales más importantes de la historia.
La pregunta aquí sería: ¿aprenderemos de los errores?
Mejor no respondo; no me fío de todos vosotros…