¿Has oído hablar de la película MONSTRUO del 2021?
¿Has leído el libro de Walter Dean Myers en el que se basa?
¿Quiéres saber por qué no ves carteles enormes o publicidad por todos lados que te animan a verla o tomarla como un ejemplo a seguir o que citar en pancartas de asociaciones que viven del dinero público?
Vamos allá.
No voy a ser malo y plagar esto de Spoilers, pero con un poco de sentido común y memoria, y entendiendo cómo funciona ahora mismo el mundo y para mala, enseguida entenderás que esta película, esta historia, este mensaje, no es algo que mucha gente quieras que veas.
Ya sabes, hay quien defiende sus argumentos echándole una manta por encima a la verdad y, rápidamente, corriendo hacia el lado contrario de donde están.
Esta nueva película de Netflix (sí, lo reconozco, últimamente no sé qué pasa pero están alejándose de los parásitos políticamente correctos y censores que les hicieron un nombre como compañía de propaganda) es todo lo que una buenísima historia de juicios debería tener: un fiscal cabrón, una abogada silenciosa y sincera, un protagonista directo y con cara de pena, un par de malotes con cara de (en fin) malotes, y, sobre todo, un ritmo y una trama que desde el primer momento te obliga a hacerte preguntas y no fiarte ni de tu puta sombra; porque ya se sabe que aquello que más bueno te parece al final es la peor de las sanguijuelas.
Y sí, lo he prometido, no haría Spoilers, así que pongo ahí el punto y final.
Quiero ser breve, porque lo verdaderamente bueno sería que vierais ya esta pedazo de película y, después, os preguntéis qué os está diciendo, por qué lo hace, quién os lo está diciendo (un escritor negro que publicó este libro en 1.999) y, lo más importante, entendáis de verdad el mensaje escrito en negrita y subrayado entre letra y letra del guión.
Sólo así, sólo de este modo, una sociedad enferma como la nuestra será capaz de crecer y madurar.
Sólo así, amigo, una película debería explicarte algo que, aunque muchos no quieren que veas o te explicarán con piruetas dialécticas sin rumbo pero apoyos llenándoles el culo de motivos para mentiros, nadie quiere que aprendas.
Buenas noches y, sobre todo, abrid los ojos.