Imagina que tras inventarse el preservativo, y con una campaña de publicidad mundial donde te explican por activa y por pasiva que con ellos nunca vas a pillar infecciones o enfermedades y que de ninguna de las maneras (o en un % muy alto) vas a quedarte embarazada, de pronto, y en apenas dos o tres meses, los embarazos se triplican, las enfermedades veneras o el SIDA cogen carrerilla y, sobre todo, hay toda una tropa de iluminados que niegan el nacimientos de niños y las verrugas que crecen en sus penes: ¿qué pensarías?
La ceguera de muchos iluminados empieza a ser tan enfermiza como estúpida, sobre todo teniendo en cuenta la cantidad de datos y situaciones que nos están rodeando y que los medios de comunicación tapan hablando de Franco y resiliencia y demás mandangas típicas de las cortinas de humo más apestosas. La sociedad se está rindiendo ante las mentiras más idiotas escupidas por quienes piden obligatoriedad en las vacunas y el pasaporte Covid sin tener ellos siquiera la pauta completa actual (porque todos sabemos que la cuarta, quinta y sexta dosis están a la vuelta de la esquina), y aún con todo en su contra y medio mundo saliendo a la calle contra el asesinato de la libertad, con todas las fotos y videos de la alta élite pasando de mascarillas y distanciamiento al tiempo que lo señalan como obligatorio para el pueblo, aún con todo de eso digo, muchos siguen aplaudiendo como focas de calavera hueca el discurso mayoritario sin siquiera leer una palabra de quienes sólo buscan libertad y paz.
Quieren obligarnos a usar preservativos que no nos protegen de infecciones y con los que con total seguridad nos quedaremos embarazados, y a pesar de eso hay quien sigue comprándolos e insistiendo a la gente de que no, que esos niños no existen, que esas infecciones no están ahí y, sobre todo, te insultan cuando les enseñas las pupas y ecografías.
¿Qué sentido tienen obligar a alguien a consumir algo si está demostrado que sin usarlo puede pasarte lo mismo?, pues hay tres cosas que se buscan con esto: control mental de la publicación, guerra civil por tener la verdad de tu parte, y beneficios económicos de los fabricantes.
¿Vais a bajaros de la roca de aplaudir, o preferís seguir negando que se os está cayendo la polla a trozos?