Cuando finalmente salta la liebre

Sí, amigos, HA LLEGADO EL DÍA.

Muchos tenían ganas de tenerlo en sus manos, mientras que otros hemos intentado por todos los medios impedir que este asqueroso día llegara, pero ya es oficial: nos hemos vuelto completamente locos.

Que sí, que la palabra loco a veces se usa muy a la ligera, pero es que no se me ocurren otras palabras que no sean insultos de manual para describir la actitud de mucha gente con la simple idea de que las redes sociales (es decir, lo que a día de hoy, nos guste o no, nos une) sean capaces de anular a alguien por completo. Y no importa lo muy mal que te caiga o lo mamón que sea, ¿anularle por completo habiéndo tanto impresentable en redes escupiendo odio puro sin cortas día tras día tras día?, ¡y encima muchos lo aplauden! A ver, genios, ¿no os dais cuenta de que si les dejamos hacer eso NADA va a impedirles seguir con esta práctica sin control hasta que OS LLEGUE A VOSOTROS? ¿O es que creéis que solo con aplaudir os van a dejar en paz?, ni mucho menos, es más, vais a ser los primeros a por los que van a ir, porque ya os tienen atados y bien atados, y antes que derribar al enemigo la primera regla del totalitario es agarrar bien fuerte del cuello a sus siervos, es decir VOSOTROS, para asegurarse de que serán capaces de hacerlo TODO por la causa. Y encima lo harán sonriendo…

Así que cuando os veo aplaudir o, simplemente, NO DICIÉNDO NADA estad seguros que no estáis siendo aprobados por el sistema, sino esclavizados por él al 100%, porque estáis tragando con lo que ellos quieren sin importar la locura que sea o el modo en que lo hacen.

Y ahora toca haceros la pregunta: ¿estáis locos o qué os pasa? Y os lo pregunto a todos, tanto a los que no dicen nada como a los que siguen con su canto ideológico de turno atacando a los que no callamos por no sabéis bien ni qué ideales. Bueno, sí que lo sabéis, por un servilismo enfermizo que os ha convertido en balas huecas que pueden dispararse sin miedo a quedarse sin munición, porque hay muchos, por desgracia, detrás de vosotros dispuestos a dejarse pisotear mientras le dais LIKE a la bobada de turno del partido que os la pone más dura.

En tres días me he encontrado a cinco personas que, de un modo u otro, han demostrado que no solo son esclavos del miedo, la incultura, la idiotez o la completa falta de autocrítica, sino que encima acaban siendo ellas las “victimas” porque les contestaba con esa dureza que viene de la verdad que muchos no saben ni debatir. ¿O es que creéis que borrando un mensaje, diciendo que os sentís atacados o, sin más, borrándome de vuestras virtuales vidas, habéis alcanzado la meta? Ni mucho menos. Para nada. Con estos saltos de liebre, igual que si os saliera del culo un muelle cuando leéis algún comentario que no os gusta pero que, ¡oh sorpresa!, vosotros escribíais sin despeinaros cuando el gobierno no era de vuestra rama política, estáis perpetuando la creación de una jaula en la que no solo vamos a acabar todos juntitos, sino que encima os creéis que las vuestras van a estar acolchadas y con sabanas de seda.

¿Hay solución para esto?, ¿hay alguna manera de haceros ver lo cerca que estamos del precipicio? ¿Es posible que seáis tan suicidas que con tal de ser gobernados por los vuestros traguéis con la esclavitud que ello conlleva?

Ojala pronto os llegue la hora, porque me parece que va a ser la única manera de que despertéis: con la boca llena de mierda y el culo roto de tanto uso ajeno.

Deja un comentario